Hace unos años prácticamente solo conocíamos como sopas o platos fríos para el verano el típico gazpacho, salmorejo o la tan renombrada vichissoysse. Pero, afortunadamente, eso está cambiando. Hay multitud de recetas de este tipo que inundan revistas, programas de televisión o internet. Todas y cada una de ellas con un sabor, color y aroma que a mí me fascinan.
Esta temporada he probado muchas que han sido nuevas para mí (en cuanto me maduren los aguacates que tengo en la cocina veréis que salmorejo más delicioso os enseño), y todas me han apasionado. Aunque ya sabéis que soy de buen comer.
Hablando de buen comer, esta recetita la he preparado porque ya por fin me he puesto a dieta, no he esperado al día 1 de septiembre como pensaba, aunque, he de reconocer, que la culpa la tiene una odiosa foto que me hicieron el otro día.... verdad chicas???.
En fin, volviendo al tema.. en esta receta podeis cambiar las peras por manzanas y la leche por nata. En vez de decorarlo con queso de Burgos, podeis ponerle queso rallado del que más os guste. Cada cuál a su gusto!!!.
Disfrutad......
6 zanahorias hermosas
1 cebolla
2 dientes de ajo
5 peras (podéis ver el tamaño en la foto, así calculáis las que debéis poner si son de otra categoría)
agua
un chorreoncito de leche
sal
pimienta
jengibre molido
aceite de oliva virgen extra
queso de Burgos (opcional)
ralladura de naranja (opcional)
En una cacerola empezamos pochando la cebolla picada con un poco de aceite de oliva virgen extra.
Incorporamos las zanahorias peladas y picadas pequeñas para que no tarden mucho en cocerse, junto con los ajos picados.
Cuando la cebolla haya empezado a tomar un poco de color le incorporamos las peras peladas y troceadas, removiendo y pochando un poco todo junto.
Vertemos el agua hasta solo hasta cubrir las verduras. Salpimentamos y dejamos cocer a fuego medio hasta que las zanahorias estén blandas (si es necesario echamos un poco más de agua). Retiramos y dejamos enfriar.
Pasamos por el robot o batidora incorporándole un poco de leche y una pizca de jenjibre, lo que cojamos con los dedos, no más si no queremos que coja demasiado sabor. Rectificamos de sal y guardamos en la nevera para que esté bien fresquita.
Servimos con trocitos de queso de Burgos y ralladura de naranja.
Deliciosa!!!
A mi particularmente no me desagrada tomarme una crema caliente en verano, porque me encantan, y como los veranos asturianos siempre tienen días para ello pues................pero reconozco que en frío también son una gozada.
ResponderEliminarBesinos