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viernes, 29 de julio de 2016

PASTEL SALADO DE QUESO Y SALAMI



Hay determinados sabores, y sobre todo olores,(acordaros de "La magdalena de Proust"), que nos llevan a nuestra niñez, nos trae recuerdos del bocadillo del recreo o de la merienda mientras jugábamos al elástico, los cromos o las chapas.
A mi me ocurre con algunos pastelitos industriales como los Phoskitos o la Pantera Rosa y con algunos embutidos, como la mortadela con aceituna o el salami..
Ésos sí que eran buenos años, toda la tarde jugando en la puerta de casa con las Nancys, los Nenucos o Barriguitas, a los cromos, la comba, el pilla-pilla... Ahora sólo salen a la calle a jugar si es para cazar Pokemon. Qué pena que nuestros hijos no vivan los años y juegos que vivimos nosotros, ¿verdad?. Os animo a que en los comentarios de la receta me dejéis un recuerdo de los juegos de vuestra niñez, será seguro algo muy bonito de recordar.
Es verdad que ya estoy vieja, como me voy por las ramas simplemente para presentaros una receta. La de hoy es, como siempre, muy fácil e ideal. para llevar a una fiesta con los amigos (de hecho yo la llevé al cumple de mi querida María), o para tomar en el jardín una noche de verano.
Los ingredientes son fáciles de encontrar y baratos, así que ya no os digo nada más que me he puesto muy pesada.
Espero vuestras anécdotas  infantiles!!!
Disfrutad....





150 gr. de galletas crackers saladas
150 gr. de salami suave
80 gr. de mantequilla
unas hojas de albahaca
300 gr. queso de untar
1 yogurt griego
4 cucharadas de crema fresca
unas semillas de amapola (opcional)
sal
pimieta
6 hojas de gelatina neutra
Para adornar:
tomates cherrys
aceitunas...

Trituramos las galletas y cuatro o cinco hojas de albahaca con ayuda de un robot, batidora o metiéndolas en una bolsa y machacándolas con el rodillo.
Derretimos la mantequilla y la integramos bien con las galletas. Con esta mezcla forramos el fondo de un molde desmontable (en mi caso de 22 cm). Reservamos en la nevera.
En un bol mezclamos el queso, el yogurt, sal, pimienta, unas semillas de amapola y dos o tres rodajas de salami troceadas.
Ponemos las hojas de gelatina en  agua fría y reservamos.
En un cazo calentamos ligeramente la crema fresca y diluimos en ella las hojas de gelatina bien escurridas.
Sacamos el molde de la nevera y cubrimos el fondo de galletas con rodajas de salami, mezclamos  la nata con la gelatina con la mezcla de queso y demás ingredientes y volcamos sobre el molde.
Refrigeramos al menos dos horas y servimos decorando la tarta al gusto, ya veis en la foto que usé unas rodajas de salami con cherrys y aceitunas y unas hojas de albahaca.
No saquéis con mucha antelación el pastel de la nevera si hace calor ya que se nos pondría muy blando y lo cortaríamos mal.
Riquísimo!!!


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sábado, 16 de julio de 2016

CROQUETAS DE PESTO



Muchas veces me sorprendo de cómo nos complicamos el día a día, nos estresamos, nos enfadamos y nos preocupamos por tantas cosas sin importancia que nos impide ser, al menos, algo más felices.
Desde por la mañana ya se oyen las bocinas de los coches ante el más mínimo atasco, vamos corriendo de  un sitio a otro y, ¡lo último!, vamos por la calle con la cabeza gacha mirando el móvil...
¡Levantemos la cabeza y miremos todo el maravilloso paisaje que tenemos alrededor!, las caras de los transeúntes (no olvidemos que si se cruzan nuestras miradas, se crucen también nuestras sonrisas)!.
Levantemos nuestro ánimo y disfrutemos de lo que nos rodea, de las cosas pequeñas que son las que una a una crean nuestra vida. Claro que hay que preocuparse por muchas cosas, pero que no ocupen todo nuestro tiempo, que no sabemos cuánto nos queda,
Os invito a rememorar un recuerdo a través de un aroma, a acariciar a un ser querido sin venir a cuento, a llamar a un amigo sólo por el hecho de oír su voz, a decir "te quiero", a escuchar esa canción que os hace mover el cuerpo sin remedio, a degustar un bocado que os despierte todos los sentidos...
Y todo ésto sin complicaros la vida, como la receta que hoy os presento, sorprendente y, como a ,os Comiditas le gusta, fácil, económica y muy, muy rica...
Y no os olvidéis...
Disfrutad....

Para el pesto:
un buen puñado de hojas de albahaca
2 dientes de ajo
100 gr. almendras (o piñones si lo preferís)
sal
aceite de oliva virgen extra (como medio vaso)
opcional, queso parmesano

Para la bechamel:
mantequilla o aceite de oliva virgen extra
harina
leche
sal

1 paquete de queso rallado (en mi caso mozzarella) Huevo batido
pan rallado


Como veis no os pongo cantidades en la bechamel porque suele ser una elaboración en la que cada uno tiene su truquillo o su manera de hacerla, yo siempre uso aceitem nunca mantequilla. De cualquier forma no cocinéis demasiada, no necesitaremos una cantidad muy grande, sólo la suficiente para tener una buena masa moldeable.

Elaboramos la bechamel calentando en una sartén amplia un poco de mantequilla o aceite de oliva virgen extra, incorporamos la harina, yo usé un par de cucharadas y la tostamos un poco para quitarle el sabor a crudo. Vamos echando poco a poco leche sin dejar de remover hasta conseguir la textura deseada, en este caso un poco espesa, salamos, retiramos del fuego y reservamos.
Preparamos nuestro pesto batiendo bien todos sus ingredientes. 
En un bol amplio integramos muy bien nuestro pesto con la bechamel y el paquete de queso rallado, cubrimos con film y guardamos en la nevera al menos unas horas.



Hacemos nuestras croquetas, yo opté por hacerlas redonditas que me parecen más "cuquis", y las pasamos por huevo y pan rallado, una o dos veces, a vuestro gusto y freímos en abundante aceite caliente. Si os salen muchas se congelan perfectamente y siempre las tendremos a mano.
Son un bocado realmente delicioso como aperitivo con una copa de vino o cerveza o acompañando un plato de carne o pescado.
¡Ya me contareis!


Recetas relacionadas:
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Pechuga de pollo rellena al pesto
Pasta fresca con pesto de tomate
Brocheta de sepia con ensalada de calabaza y pesto
Y por supuesto todas las ricas croquetas que recopilo en el blog y de las que seguro os sorprende más de una..






Esta receta la ví en el blog "Recetas de Carmen"



domingo, 10 de julio de 2016

ARROZ CALDOSO DE LOS MONTES DE MÁLAGA



De los recuerdos más bonitos y marcados en mi mente y en mi corazón son los que me dejó mi amado hermano Rafael. Siempre tenía un momento para mí. Cuando los sábados a mediodía llegaba de trabajar, se metía en la ducha y yo esperaba pacientemente en la puerta del baño a que terminara porque era el día de paga y siempre me llevaba al "kiosko de Isabel·" en el mercado del barrio a comprarme chucherías y cualquier bagatela que se me antojara.
El fué el que me llevaba al cine, a la playa, al río y muchos domingos a comer a los montes, sobre todo a la afamada "Venta El Túnel", donde saboreábamos el lomo en manteca o el delicioso arroz caldoso, todo un manjar para el paladar.
Él me dió  los mejores momentos de mi niñez y jamás podré olvidarlo.
Así que esta receta va dedicada a mi queridísimo hermano, un sencillo pero exquisito arroz muy típico de mi ciudad. Podeis encontrarlo en muchos blogs de compañer@s paisanos, como por ejemplo en el de mi querida amiga Toñi Sanchez en su blog Mi cocina veréis que rico que le queda a ella también. Este arroz se suele hacer con conejo o pollo, yo he optado por éste último, pero es cuestión de gustos.
Un beso para todos y para vuestras personas especiales.
Disfrutad....

Va por ti hermano



1/2 pollo o 1 conejo troceado
arroz
2 tomatess
1 pimiento
1/4 de cebolla
3/4 dientes de ajos
vino blanco
sal
aceite de oliva virgen extra
clavos
granos de pimienta
pimiento morrón
agua (que podéis sustituir por caldo suave)
hebras de azafrán o colorante alimentario

En una cazuela de barro o una tartera amplia echamos un chorreón de aceite de oliva y empezamos a "morear" o sofrir los trozos de carne.
Cuando empiecen a tomar color añadimos la cebolla y el pimiento muy picaditos. A continuación el ajo y los tomates pelados y troceados en trozos pequeños. Vamos pochando a fuego no muy fuerte, cuando veamos que está todo bien sofrito añadimos un par de clavos, 7 u 8 granos de pimienta y un vaso de vino blanco junto a unas hebras de azafrán.
 Dejamos que evapore bien el alcohol y vertemos al menos un litro de agua o caldo calentito, si nos va faltando vamos incorporando más teniendo en cuenta de que el arroz nos tiene que quedar caldoso.
Dejamos unos minutos que hierva para que coja el caldo su sabor e incorporamos un puñado de arroz por persona.
Seguimos la cocción hasta que el arroz esté cocinado probando el punto de sal y vigilando que no nos quedemos sin caldo.
Servimos con tirar de pimiento morrón y... no dejamos ni un sólo grano!!!


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