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viernes, 28 de junio de 2019

ENSALADA COLIFLOR ASADA CON CHERRYS Y CEBOLLA



Ya tenemos la primera ola de calor del verana, ¿cómo la lleváis?. Aquí en Málaga nos estamos librando, tenemos un tiempo espectacular, calorcito para pasar un maravilloso día de playa, pero nada agobiante. Vivimos en el paraíso, eso está claro.
En esta época apetecen platos fresquitos y que nos lleve poco tiempo prepararlos, incluso, que podamos hacerlo con antelación para tenerlos preparados para cuando volvamos de pasar un rato dándonos un buen baño. La propuesta que hoy os traigo cumple todos estos requisitos, podemos tomarla caliente, tibia o fría, de cualquier forma está deliciosa y es muy fácil de elaborar, prácticamente trabaja sólo el horno, nosotros sólo lo aliñamos a nuestro gusto.
Es una receta que vi en  "Saboralobueno", sólo que ellos sólo asaban la coliflor y a mi me pareció bien tunearla a mi manera asando tambien el resto de los ingredientes para darle más sabor. Me encantó el resultado y ya la he repetido varias veces añadiéndole una de ellas unas nueces picadas que le vinieron de lujo. La próxima vez pienso añadirle también unos tacos de queso semi o currado, ya os contaré que tal ha quedado.
Pues eso, a disfrutar del verano y no agobiarnos con el calor, cocinar en consecuencia con los grados que tenemos y, sobre todo, como siempre....
Disfrutad....


1 coliflor
tomate cherrys
1 cebolla morada
sal
1 cucharadita de cúrcuma
1/ cucharadita de pimenton dulce o picante al gusto
zumo de 1/2 limón
sal
pimienta
aceite de oliva virgen extra
hierbabuena
perejil


Troceamos la coliflor en pequeños ramilletes quitándoles un poco de tronco. Cortamo la cebolla en juliana, lavamos los cherrys.
Ponemos todas las verduras en un bol y aliñamos con sal, pimienta, cúrcuma, pimentón, zumo de limón y un chorro de aceite de oliva virgen extra.
Mezclamos bien, ponemos en una fuente y metemos a horno precalentado a 180º una media hora. Removemos un par de veces mientras tanto. Sacamos cuando la coliflor esté casi hecha pero un poco al dente. Es importante que los ramilletes sean pequeños para que se  asen bien sin quemarse y no queden muy crudos.
Sacamos del horno, rectificamos de sal y aceite si fuera necesario y mezclamos con un poco de hierbabuena y perejil.
Se puede comer ya tal cual, dejar templar o enfriar. Opcionalmente podemos añadirle algun fruto troceado, queso semi, curado o feta en dados o algún producto que nos guste y le vaya bien a estas veerduras.
Servimos como entrada o como plato único acompañado con un filete de carne o pescado.

En la foto lo he acompañado con unas rebanadas de pan al horno con una mezcla de ajo picado, queso rallado, mantequilla, orégano y ralladura de limón.


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sábado, 1 de junio de 2019

GAZPACHUELO DE VERANO CON AGUACATE, MANGO Y GAMBAS



Sin ninguna duda el gazpachuelo es uno de los platos estrella y bandera de la cocina tradicional malagueña, un icono de la cocina de toda la vida, cuyo origen está en el pueblo más humilde. Su base es ante todo una mayonesa ligada a un caldo en el que según el poder adquisitivo que se tuviera llevaba patatas, pescado, gambas, almejas..
Es uno de los platos malagueños más deliciosos y más solicitados por todos los visitantes de esta bella tierra. En ninguna casa falta su receta y, como con cualquier plato, en cada una de ellas se le pone su toque personal, la receta es la misma y raro es que no guste a alguien.
Hace unos días se publico un magnifico libro, "Gazpachuelos de Málaga" de  Fernando Sànchez Gómez en el que se pueden encontrar recetas desde las más clásicas a las más vanguardistas, todas ellas muy bien explicadas y con unas preciosas fotos.


Hubo varias que me encantaron, entre ellas la de Gazpachuelo de verano de Miguel González del restaurante Casa Frutos, y enseguida me puse manos a la obra pero, como siempre, adaptando la receta a mi manera, variando algunas cosillas.

 No estaba muy convencida del resultado ya que estamos acostumbrados de comer el gazpachuelo calentito y no las tenía todas conmigo. Pero el resultado fué espectacular, está tremendamente delicioso, fresquito y con mucho sabor, muy delicado y elegante.
Siempre que preparo gazpachuelo me sobra un poco de caldo y a partir de ahora pienso guardarlo para al día siguiente aprovecharlo en esta receta, que ya se ha convertido en una de mis favoritas. Al preparar el caldo le he puesto una patata cortada para darle un poco más de cuerpo y he aprovechado para cocer en ella las gambitas (usé las gambas arroceras), para darle más sabor.
No seáis reticentes y probarlo, os aseguro que no os vais a arrepentir, ¡está exquisito!
Disfrutad...


Para el caldo:
agua
1 patata
unas gambas arroceras
sal
zumo de limón
mayonesa (de aceite de oliva virgen extra suave o de girasol)
Para la guarnición:
aguacate
mango
las gambas anteriores cocidas
sal
limón
aceite de oliva virgen extra

Ponemos a cocer el agua con una patata troceada y cuando esté casi hecha, incorporamos las gambas y terminamos de cocer. Colamos muy bien el caldo desechando las patatas y reservando las gambas y dejamos enfriar totalmente.
Preparamos la mayonesa con el aceite que tengamos costumbre. En esta receta yo SIEMPRE preparo la mayonesa a mano, como se ha hecho toda la vida ya que, bajo mi punto de vista, esto le da un sabor mucho más rico. La desleímos muy bien con el caldo reservado completamente frio, salamos al gusto y mezclamos con un poco de zumo de limón.
Troceamos el aguacate y el mango y pelamos las gambitas.
Con ayuda de un aro ponemos una capa de mango seguida de una de aguacate, salamos, le ponemos unas gotitas de limón y un hilo de aceite de oliva virgen extra, terminamos con una capa de gambitas.
Apartamos el aro y se salsea el plato con el caldo del gazpachuelo.
Tomar mezclando los ingredientes con el caldo.
¡Os harán la ola!