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lunes, 31 de agosto de 2020

CAMPERO DE GAMBAS

 





Ajoblanco, espeto, pitufo, sombra, nube,locas, biznaga, gazpachuelo...

Son  palabras que los malagueños llevamos en el ADN y que, como no puede ser de otra manera, cada vez son más nacionales e internacionales porque todo el que pasa por esta tierra se enamora de ella. De su clima, su gente, su amabilidad, su jerga lingüística y por supuesto, de su maravillosa y amplia gastronomía.

Hoy os traigo todo un clásico, "El Campero". Se trata de un paz que data de los años 50 pero que se popularizó en los 80. Es un pan redondo, muy blandito y cuyo relleno básico es de queso, jamón cocido, tomate, lechuga y mayonesa, añadiéndole al gusto pechuga de pollo o lomo de cerdo. Una ve relleno se pasa por la plancha y se sirve cortado por la mitad para poder comerlo mejor. Es todo un icono de la gastronomía malagueña y aunque parezca una receta muy simple, es muy apreciada por todos los que la prueba. El pan le da un punto que ningún otro tipo de pan consigue y se convierte en un bocadillo totalmente diferente al resto, muy sabroso y contundente.

Creo que ya en varias ciudades de España, al menos me consta Madrid, hay locales que lo sirven porque es un éxito seguro. Pero os cuento un secreto... si compráis un campero en cualquier local de Málaga y vais a sentaros a la playa, en su arenita, por la noche, a coméroslo..eso no os lo dá otro lugar del mundo.

Pero como está pasando con todas las recetas tradicionales, se les está dando un vuelco ya sea en la presentación o en los propios ingredientes. Hoy os traigo un campero de gambas o langostinos que os puedo asegurar que se os va a caer las lágrimas de rico que está. Tenéis que probar el original "de toa la vida", pero después, tenéis que probar éste, no os dejará indiferente.

Sólo conozco un lugar en el que preparen camperos con ingredientes inusuales, El Ronqueo. Al ver su publicidad me dio la idea de prepararlo, nunca he estado, no sé como serán realmente los que ellos preparan, pero yo en seguida le doy al coco y lo preparo como sé que a mí me gustaría. Los tienen también de rosada frita, salmón plancha o atún. Todos ellos pienso hacerlos a mi manera, aunque este de gambas me ha entusiasmado, lo repetiré muuuuchas veces, y al próximo le añadiré un buen aguacate de la Axarquía fileteado. 

Disfrutad....


Para un campero:

1 mollete para campero

1 docena de gambas (yo usé 8 langostinos)

1 tomate

lechuga

pimentón picante

aceite de oliva virgen extra

alioli


Lavamos y picamos lechuga, lavamos y cortamos a rodajas el tomate. Preparamos un alioli casero con un ajito pequeño o medio grande, que se note, pero no mucho-

Pelamos las gambas o langostinos y reservamos las cabezas y cáscaras.

En una sartén con un poco de aceite de oliva virgen extra pochamos bien las cáscaras y cabezas aplastándolas con un tenedor o paleta de cocina. Éste paso es opcional, pero os lo recomiendo porque aromatizará mucho el aceite.

Desechamos las cáscaras y cabezas y en ese mismo aceite introducimos las gambas o langostinos, añadimos un poco de pimentón dulce, como un cuarto de cucharadita y hacemos pr ambos lados hasta que la carne esté rosadita. No dejarla mucho rato para que no se seque.

Abrimos el mollete, colocamos una capa de cebolla picadita, las gambas o langostinos, el tomate en rodajas, otra capa de lechuga y una cantidad generosa de alioli. Si os ha quedado un poco de aceite de haber hecho las gambas, mojar con ella la otra parte del mollete y ponerlo encima de nuestros ingredient.

Pasar por la plancha, partir por la mitad y... ¡A gozar!



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domingo, 23 de agosto de 2020

VELAS (TRAMPANTOJO DE PASTA RELLENA)

 


Todos sabemos que la cocina es un mundo muy duro y sacrificado, requiere muchas horas y, para los que no son muy amantes de ella resulta también muy tediosa . También e cierto que  lo que nos gusta este mundo es, no solo un placer, sino también una vía de escape sobre todo en malos momentos, nos calma el alma y el espíritu y si conseguimos que nuestros comensales queden satisfechos ya es otro nivel...
Pero no sólo es dura a cocina, también es muy divertida, por ejemplo si involucramos a los niños o si elaboramos "trampantojos" que a ellos les resultan muy divertidos.
El referente de los trampantojos en España es sin duda, el gran Diego Guerrero, un genio que siempre sorprende. Pero no hace falta tener tanto nivel para poder hacer nuestras cositas en casa. ¿Quien no ha puesto a sus hijos los "huevos fritos con patatas" elaborado con melocotón en almíbar, nata y unos bastones de manzana?.
Pues hoy os traigo uno muy fácil, rico, nutritivo y que también gustará mucho a los niños y los que no lo son tanto. Son unos canelonis rellenos de espinaca y ricotta. Deliciosos.
Con tres canelonis por persona (que los sirvo cortados para que las "velas" no sean muy grandes y tampoco se caigan), aunque es recomendable siempre cocer de más por si algunos se rompen. Os pongo la receta para 4 personas, ya la adaptáis a vuestro gusto. También podéis usar paccheris, quedarán igual de bien.
Vamos por la elaboración
Disfrutad....


12 canelonis (y algunos más or si se rompen)
200 gr, de queso ricotta
200 gr. de espinacas (usé congeladss)
1/2 cebolla
unas nueces
sal
pimienta
aceite de oliva virgen extra
harina 
leche
nuez moscada
2 espaguetis negros


Cocemos los canelonis en abundante agua con sal hirviendo los minutos que nos marque el fabricante y pasamos por abundante agua fría con cuidado de no romperlos. Aprovechamos los últimos dos minutos para echarles los espaguetis negros que deben de quedar bastante al dente. Reservamos.
Cocemos las espinacas en agua hirviendo un par de minutos y escurrimos bien. Reservamos.
En una sartén con un poco de aceite de oliva virgen extra empezamos a pochar la cebolla muy picadita. Cuando esté transparente añadimos las espinacas y dejamos varios minutos, que se poche un poco y tome sabor. Apagamos el fuego y añadimos el queso ricotta, que podéis cambiar por el que más os guste. Salpimentamos y añadimos unas nueces picaditas.
Cortamos por la mitad los canelonis y los rellenamos con la ayuda de  una cucharilla con a mezcla de queso y espinacas,
En una sartén hacemos una bechamel como tengamos costumbre. Un poco de aceite de oliva virgen extra o mantequilla, tostamos ligeramente una cucharada de harina e incorporamos leche hasta conseguir una bechamel que o nos quede muy espesa pero tampoco líquida, para que parezca que es la cera derretida de la vela. Salpimentamos y ponemos un poco de nuez moscada.
Colocamos los canelonis de pié en un plato, colocamos un trozo de espagueti negro a modo de mecha y cubrimos con la bechamel. Si durante el proceso se o ha quedado un poco frío, meter un momento al microondas.